Manifiesto
Por un nuevo cine explicito inteligente, femenino y feminista.
Aquí estamos, por fin las mujeres hemos llegado para cambiar el porno. En el nuevo cine para adultas quiero ver a mujeres decidiendo cómo se nos representa: quiero ver a mujeres siendo mujeres, mujeres como tú y como yo, mujeres con sentimientos, educación, profesiones, madres, casadas, divorciadas, solteras, amantes, jóvenes, adultas, delgadas, con curvas, siempre disfrutando de su sexualidad y disfrutando las situaciones sexuales que se presentan en las películas.
La sexualidad de las mujeres es fuerte en su expresión, quizás eso preocupe a algunos hombres, quizás prefieren pensar que sólo las guarras, las prostitutas y las calentorras son sexualmente atractivas, y que el resto de mujeres son seres inocentes. A muy pocos hombres les gusta pensar en la sexualidad de sus madres, hermanas o hijas. Y es que todas somos seres sexuales, no sólo las Jennas Jamesons.
No pienso sentarme y esperar a que la industria de la pornografía reaccione, y que ella misma re evalúe sus creencias básicas y arraigadas sobre la sexualidad femenina. Si no lo hacemos nosotras, ellos no lo harán.
¡Atención! Nuestra sociedad tiende a ignorar el porno, a considerarlo algo privado que no interfiere en otros aspectos de la vida. Y no es cierto, hay que tener cuidado porque el porno no es sólo porno, es un discurso, una manera de hablar sobre sexo. Es una manera de ver y entender lo masculino y lo femenino. Pero es un discurso y una teoría casi 100 % masculina (y muchas veces machista), no hay voces femeninas en ese discurso, igual que hasta no hace mucho no había voces femeninas en la esfera política o en los comités de dirección de la empresa privada.
Así como creo que las mujeres tenemos el derecho a disfrutar del cine adulto, pienso también que debemos reivindicar nuestra participación en el contenido de este discurso. Tenemos que ser creadoras: guionistas, productoras, directoras...
Acabo de ser madre hace poco tiempo, y pienso que me gustaría que mi hija, cuando esté expuesta al cine adulto, en su adolescencia, reciba mensajes positivos sobre la sexualidad, con valores y discursos femeninos. No quiero que quienes le expliquen a través del cine explicito cómo es el mundo del sexo sean Rocco, Nacho, Marc Dorcel, Private, Penthouse... No deseo establecer una censura feminista en el mundo adulto, ellos seguirán expresando siempre su punto de vista, que acepto y respeto, sólo quiero que no sea el único punto de vista, quiero un porno donde haya diversidad de opiniones.
Hoy en día vivimos en una sociedad que (nos guste o no) está «pornificada». El porno está muy presente en Internet, ha entrado en los medios de comunicación masivos, ya ha salido del armario oscuro donde se encontraba. En este contexto es muy importante que las mujeres seamos críticas con este fenómeno. Los valores que transmite el porno deben ser analizados y cuestionados por nosotras permanentemente.
Durante la explosión del movimiento feminista en los años sesenta y setenta, se criticaban los valores machistas que el cine y la publicidad ayudaban a perpetuar. Hoy debemos hacer lo mismo con el cine X, mujeres. No podemos ignorarlo y pensar que no es importante ya que sólo lo miran los hombres. Porque aunque fuera así, lo que ellos ven y aprenden en el porno nos afecta también a nosotras. Muchos de ellos entienden e interpretan la sexualidad femenina a través del porno.
Creo que si las mujeres participamos en el discurso de la pornografía tendremos ante nosotras una excelente oportunidad para explicar a los hombres nuestra sexualidad de manera muy explícita y gráfica. ¿Qué mejor ocasión se nos va a presentar para ayudarles a entender algo que todas sabemos que a muchos les cuesta comprender?
Erika Lust
Barcelona, Noviembre 2008